Son las 6 de la mañana. Hace unos segundos sonaba mi despertador, de nuevo un día más, una nueva oportunidad para mejorar y avanzar unos pasos en el camino que me llevarán a estar más cerca de mis objetivos. Otra nueva y buena oportunidad para crear un día maravilloso y que estoy dispuesto a aprovechar y disfrutar al máximo.
Cada mañana al despertar, ¿sabes en qué invierto los primeros minutos del día? Me refiero cuando todavía estás entre dormido y despierto. Empiezo visualizando el nuevo día, imaginando con todo tipo de detalle como deseo que sea. Me veo levantándome perfectamente descansado, tomando una fantástica ducha que me carga todavía más las pilas de energía, imagino cómo me preparo un sano y renovador desayuno, doy mentalmente un repaso a los objetivos diarios que tengo marcados desde el día anterior, visualizando y sintiendo que todo va saliendo perfectamente.
Después de estar cinco minutos visualizando de forma tranquila y relajada, de nuevo suena el despertador, esta vez me levanto de un salto, con fuerza, energía y totalmente enfocado para emprender el nuevo día.
¿Te das cuenta lo importante que es empezar el día con buena actitud?
En la actitud está el cambio, no es tan importante lo que suceda, sino como tú te lo tomes. Adopta este hábito y verás como mejora tu día.
¿Sabes cuál es el activo más preciado que tenemos? Si hay algo que sea más justo y equitativo en todos los seres humanos, ¡es el tiempo!
Todos disponemos de veinticuatro horas al día, da igual de que nacionalidad seas, que estatus económico tengas, si eres de una manera u otra, todas, absolutamente todas las personas, partimos de un mismo punto de inicio cuando nacemos, y con el mismo tiempo cada día para invertirlo y gestionarlo de la manera que uno estime más oportuno, de cómo lo emplees, será únicamente tu responsabilidad.
Suelen decir que el tiempo es oro, y no es verdad, el tiempo es vida, el tiempo es el bien más preciado que tenemos las personas, el tiempo es un maravilloso regalo que se nos da para poder disfrutar, mejorar como persona y poder aprender y llegar a conseguir nuestros propósitos de vida. Ni el oro, ni el dinero son tan preciados. El oro se puede comprar, se pueden vender, el dinero se puede conseguir, en caso de perderlo, de nuevo puedes volver a conseguirlo, pero lo que realmente no vamos a poder recuperar jamás es el tiempo perdido, el tiempo que malgastamos sin darnos cuenta, esos minutos que cada día despilfarramos y despreciamos, y que al final del año es “otra vida”. El aprovechar cada día al máximo o no, es lo que realmente crea una gran diferencia en tu vida.
¿A quién le gustaría tener más tiempo al día?
Siento daros la mala noticia, pero es ¡imposible! El tiempo es lo que es, ni más ni menos. No se puede tener más tiempo al día. Lo que sí tenemos es la opción de gestionar de una manera más eficiente nuestras tareas. Cuando sientes que no tienes tiempo, es porque no estás administrando bien tus prioridades.
Si quieres hacer desaparecer esta sensación de escasez, empieza por darle prioridad a todo aquello que tengas planificado en tu agenda en la parte de imprescindibles, seguidamente realiza todas y cada una de las tareas que tengas programadas en la parte de importante, y todo lo que no entre en alguna de esas dos partidas, ¡a la basura!
Aprende a decir NO a ciertas tareas y personas que solamente están para restar tu tiempo.
¿Te has parado a pensar por un instante que en el trabajo estamos todo el día planificando nuestras tareas para ser más productivos?
Si esto lo hacemos durante un tercio del tiempo que tenemos al día, ¿por qué no hacerlo también en la parte personal?, me refiero a los dos tercios que restan al tiempo que tenemos cada día.
Si agenciáramos este hábito a nuestras vidas, el resultado podría pasar de bien a excelente.
Fija tu rumbo, pon foco en ello, y vive el presente que es lo único real con certeza que existe en lo que nosotros llamamos ¡TIEMPO!
Colaboración de DAVID LLOPIS
Day Trader Independiente – Futuros del mini SP 500 – Valencia, España
Autor del libro «El deseo de cambio»